Ciencia y gestión del conocimiento: un desafío para la salud pública cubana

Resumen

Desde el año 2020, con la pandemia de COVID-19, la humanidad resistió un impacto global, y en respuesta, la comunidad científica se vio obligada a producir conocimientos de forma acelerada. La OMS se constituyó en un catalizador de este esfuerzo sin precedentes. En el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí las autoras lo aquilatamos por medio de un compendio construido con los saberes difundidos desde 2020 hasta junio de 2022 en 217 actualizaciones internas, donde se abordaron 933 temas, todos seleccionados de 713 documentos generados por la OMS. La magnitud de ese condensado informacional se valoró en diversas dimensiones. Así se llegó a una concepción sobre desarrollo institucional en la gestión del conocimiento, de elevado interés para el sistema de salud cubano, compartida en esa publicación. En ese lapso la OMS transmitió información sobre el comportamiento del virus, estrategias de control, diagnóstico, secuenciación, manejo clínico, tratamiento y desarrollo de vacunas, hasta abarcar toda la amplitud del enfrentamiento a la pandemia, incluyendo varias plataformas colaborativas. Al concluir esa tarea quedaron objetivados los conocimientos puestos a disposición global en su génesis, gracias a una tormenta perfecta, que conjugó la ciencia y experticias previas, la colaboración internacional, la elevada inversión en investigación y las organizaciones internacionales, nacionales y privadas. También quedó patentizada la dificultad para asimilar la explosión de conocimientos acaecida, una expresión de la ciencia contemporánea y generadora de la gestión del conocimiento, única respuesta posible a su propio crecimiento exponencial y en plena transformación de sus paradigmas, por las posibilidades abiertas desde las TIC, el procesamiento del lenguaje natural y la inteligencia artificial. En ese panorama las autoras apreciamos, desde nuestra posición y por analogía con estudios en América Latina, cómo se trabajó con las herramientas más elementales de la nueva rama.

En el horizonte ya visible esos conocimientos serán transcendentales para el sector de la salud, pero no avanzamos hacia su punto de encuentro. Mientras más demoremos más difícil y lejano estará ese momento.

Hoy necesitamos promover las acciones para apropiarnos de todas estas herramientas, abrirnos a sus posibilidades ilimitadas para la humanidad y aplicarlas en nuestro sistema de salud.