EDITORIAL
A 80 años de la fundación del Instituto de Medicina Tropical, hoy Instituto de Medicina Tropical "Pedro Kourí", IPK
80th anniversary of the founding of the Tropical Medicine Institute, now Pedro Kouri Tropical Medicine Institute, IPK
En 1993, durante la inauguración de las instalaciones donde hoy radica el Instituto de Medicina Tropical "Pedro Kourí" (IPK) y en el marco de la clausura del IV Congreso Cubano de Microbiología y Parasitología y I de Medicina Tropical, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz expresó: "…Les ruego que no consideren al Instituto "Pedro Kourí" que inauguramos hoy, sólo como una institución cubana, sino como una institución de la humanidad".
El instituto, fue fundado en 1937 por el profesor Pedro Kourí Esmeja, junto a sus colaboradores, los profesores Federico Sotolongo y José Basnuevo. Este centro, considerado el primero de investigaciones de la Universidad de La Habana, cumple su 80 aniversario el 8 de diciembre de 2017.
La historia del IPK, como se reconoce hoy a esta institución, acompaña a los sucesos relacionados con las enfermedades transmisibles en Cuba en este periodo. Desde su fundación hasta la muerte del profesor Pedro Kourí, se destacó por los resultados científicos en el campo de la parasitología médica incluyendo la descripción de nuevas especies como Inermicapcifer cubensis y los aportes al conocimiento de Fasciola hepática, Strongyloides stercolaris y Trichuris trichiura entre otros.
Después del fallecimiento del profesor Pedro Kourí en 1964 y coincidiendo con la disminución del impacto de las enfermedades parasitarias en el país, el centro, bajo la conducción del profesor Federico Sotolongo, dedicó sus esfuerzos a las actividades docentes principalmente (1964-1978).
A finales de la década del 70, se produce un incremento de la actividad de colaboración internacionalista de Cuba con países de África, Asia y Latinoamérica. Esto trajo consigo el incremento del riesgo de introducción de enfermedades exóticas o ya eliminadas. Ante esta amenaza, la más alta dirección del gobierno cubano orienta la reestructuración y el fortalecimiento del instituto como centro de nivel científico dedicado a la vigilancia epidemiológica, la investigación, la docencia y la atención médica de excelencia. Su perfil se extendió más allá de las llamadas enfermedades tropicales; abarcó también el desarrollo de las especialidades de Microbiología y la Parasitología médicas, la Entomología, la Malacología, la Farmacología, la Epidemiología, la Clínica, así como los aspectos sociales y económicos relacionados con las enfermedades infecciosas de manera general.
En 1979, el comandante Fidel indica "…llevar al Instituto de Medicina Tropical al más alto nivel científico en el menor tiempo posible…" siendo designado el Prof. Gustavo Kouri Flores, científico destacado e hijo del profesor Pedro Kouri Esmeja, para conducir al centro en esta nueva etapa, labor que desarrolló con extraordinaria dedicación y de manera exitosa hasta su muerte el 5 de mayo de 2011. En el periodo 2011 a principios de 2017, el profesor Jorge Pérez Ávila, científico destacado en el área del VIH-sida y de las enfermedades tropicales e infecciosas asume la dirección del IPK. Actualmente la conducción de la institución está a cargo del profesor Manuel Romero Placeres, científico destacado en el campo de la Epidemiología.
En estos más de 35 años, el IPK acompaña el desarrollo de estas disciplinas en el país y con desempeño fundamental en el enfrentamiento de innumerables emergencias epidemiológicas destacándose la epidemia de dengue hemorrágico de 1981 y otros eventos posteriores de dengue, la atención médica a los pacientes de VIH/sida, la enfermedad meningocócica, la neuropatía epidémica en 1992, la conjuntivitis hemorrágica, la influenza pandémica en 2009, el cólera en 2012 y más recientemente el enfrentamiento al ébola, chikungunya y zika.
Los resultados del IPK son reconocidos nacional e internacionalmente. Entre los más relevantes se encuentran los relacionados con el cambio en la estrategia mundial de vacunación contra la poliomielitis, las investigaciones en tuberculosis, dengue y control de vectores (en particular de Aedes aegypti), los aportes al desarrollo y evaluación de vacunas nacionales, las investigaciones en influenza, VIH/sida y otras enfermedades de transmisión sexual, zoonóticas y parasitarias entre otras. Los resultados científicos han sido ampliamente divulgados en revistas de reconocido prestigio nacional e internacional y abarcan aspectos clínicos, microbiológicos, epidemiológicos, entomológicos, sociales, económicos, malacológicos y farmacológicos, entre otros.
Entre las múltiples funciones del IPK se encuentra la evaluación de medicamentos, vacunas, sistemas diagnósticos y otros reactivos biológicos antes de ser introducidos en el sistema nacional de salud. Los inmunógenos evaluados forman parte del esquema de inmunización que se aplica en el país; entre ellas Heberbiovac HB (contra la hepatitis B), la VA-MENGOC-BC (contra la meningitis por meningococo B y C), la Vax-SPIRAL (contra la leptospirosis) y la Quimi-Hib (contra Hemophylus influenzae tipo b). En la actualidad, se desarrollan varios ensayos clínicos como la evaluación de candidatos vacunales (para prevenir el cólera y la enfermedad neumocócica invasiva), el empleo de NAcGM3/VSSP como inmunopotenciador en el tratamiento de pacientes con sida refractarios al tratamiento antirretroviral, así como estudios de bioequivalencia de genéricos; además, vacunas y medicamentos producidos por diferentes empresas de la OSDE BioCuba Farma. También se estudia en fase I un candidato vacunal de acción terapéutica para VIH (TERAVAC VIH-1). Estas evaluaciones se realizan en estrecha colaboración con diferentes instituciones científicas cubanas.
Hoy en día, el IPK cuenta con tres centros: el Centro Hospitalario, el Centro de Investigación, Diagnóstico y Referencia (CIDR) y el Centro de Vigilancia Epidemiológica; todos interrelacionados de forma estrecha y coherente.
El Centro Hospitalario constituye referencia nacional para el manejo clínico de los pacientes con VIH/sida y otras enfermedades infecciosas. Dispone de 170 camas para la atención especializada de estas patologías, los ensayos clínicos, los servicios de turismo de salud y la vigilancia epidemiológica a viajeros procedentes de áreas donde se han detectado enfermedades emergentes. Este centro ha jugado un papel fundamental en la vigilancia clínico epidemiológica durante situaciones de emergencia como dengue, cólera, ebola, zika entre otras así como en la evaluación de vacunas y medicamentos.
El CIDR se dedica a la investigación, la docencia, los servicios altamente especializados y la vigilancia y referencia de las enfermedades trasmisibles en general. En este centro radican los laboratorios nacionales de referencia de Virología, Bacteriología, Micología, Parasitología y Entomología. También incluye un Laboratorio de Investigaciones Farmacológicas y una unidad de epidemiología de enfermedades transmisibles. Todos de conjunto, mantienen una labor mancomunada entre sí, con el resto de los centros del IPK, con los programas afines del Ministerio de Salud Pública de Cuba y la red de laboratorios del país.
No menos importante es su actividad como Centro Colaborador de la OPS/OMS para el estudio del dengue y su vector, y centro para la eliminación de la tuberculosis; como experto y centro de referencia regional e internacional en otras temáticas tales como arbovirus, poliovirus, sarampión, rubeola, parotiditis, resistencia a los antimicrobianos y enfermedades zoonóticas.
Por sus resultados, el IPK cuenta con más de 120 premios otorgados por la Academia de Ciencias de Cuba y por el Ministerio de Salud Pública.
Un pilar fundamental en el trabajo del IPK, resulta la actividad de formación de pregrado y posgrado, la cual trasciende el instituto y la nación. La institución es reconocida por la UNESCO para la docencia regional e interregional; rige la especialidad de Microbiología Médica y conduce seis maestrías; al tiempo que imparte talleres, cursos de doctorados, diplomados y entrenamientos. Se destaca por la formación de personal de la salud para el enfrentamiento de emergencias. En el periodo de 1979-2016 han recibido capacitación en IPK 58 899 personas de ellas 5 405 extranjeros procedentes de 104 países. El ejemplo más reciente es la preparación de la brigada cubana que participó en el enfrentamiento del ébola en África en 2014.
Para el desarrollo de la actividad científica, asistencial y docente, el IPK ha contado con el decisivo aporte del estado cubano. De forma adicional, muchos organismos e instituciones internacionales han contribuido a su desarrollo; entre ellos se pueden citar a la OPS-OMS la Unión Europea, el Fondo Mundial, la Agencia Internacional Energía Atómica, el Programa para el Entrenamiento en Enfermedades Tropicales (TDR), la Fundación Atlantis, la Colaboración Belga y la IANPHI. La interacción con entidades extranjeras es bilateral, ya que el personal del IPK ha colaborado en la formación académica y en el enfrentamiento de emergencias epidemiológicas en países de América Latina y de África, tales como la lucha contra el dengue en varios países, el cólera en Haití, la malaria en la Gambia y Jamaica y más recientemente el ébola y la fiebre amarilla en diferentes países del continente africano.
En un mundo cada vez más globalizado e interconectado, con frecuentes epidemias y pandemias, la emergencia de nuevos agentes y la reemergencia de otros ya conocidos, se necesita de instituciones de avanzada, capaces de enfrentar estos retos. A 80 años de la fundación del IPK, esta institución también enfrenta nuevos retos entre los que se destacan:
- La necesidad de incorporar jóvenes investigadores y la preparación constante del personal científico.
- La introducción acelerada de los avances tecnológicos y la automatización de los sistemas de trabajo y vigilancia.
- El desarrollo de investigaciones básicas y aplicadas que integren la microbiología, la clínica, la epidemiologia de las enfermedades transmisibles y crónicas, y que incorporen otras temáticas como la genética humana, el microbioma, la ecología, la inmunología, la economía y las ciencias sociales entre otras disciplinas garantizando además la introducción acelerada de los resultados para dar respuesta a la problemática de salud nacional.
- El logro de una mayor visibilidad nacional e internacional de los resultados a través de publicaciones, participación en grupos de expertos, en iniciativas globales y redes internacionales
El desarrollo de estas proyecciones permitirá continuar cumpliendo las dos principales misiones que hiciera el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz al IPK.
María
G. Guzmán, Lizette Gil, María T. Illnait-Zaragozí, José L. Pelegrino, Alicia
Reyes
Instituto de Medicina Tropical "Pedro Kourí" (IPK). La Habana, Cuba.
Agradecimientos
Los autores desean agradecer a los profesores Lázara Rojas, Jorge Pérez y Manuel Díaz del Instituto de Medicina Tropical "Pedro Kouri" por sus acertados comentarios y recomendaciones.
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